miércoles, 10 de junio de 2009

Six Senses: Palmaditas en la espalda

Aquí os detallo el bufet del desayuno.

FREEZEE BUFETT

* orange-vietnamit basilic sorbet
* lemon-grass sorbet
* banana -lemon freeze
* coconut-pamplemousse sorbet

PASTRY IN GLASS

* Chocolate cream with caramelized lemon-grass caramelized
* Peanut-honey cream with lime and jinjer jelly

DESSERT A L´ASSIETTE

* Milk chocolate with passion fruit jelly and jackfruit
* Declination chocolate with vietnamit orange

BOMBÓN

* Caramelized vietnamit organe with milk chocolate

ENTREMETTE

* Chocolate -vietnamit mango-passion fruit-vietnamit basilic

INDIVIDUAL PIECES

* Chocolate-peanut_honey
* Bitter chocolate macaron

CRÈMES BRÛLÉES

* Passion fruit crème brûlée
* Pandean leafs crème brûlée
* Chocolate crème brûlée

Ya veis, tres cositas de nada ¿eh? Esto no me pilla desentrenado del todo, porque mi puesto anterior pedía gran volumen de trabajo, pero en este caso hay que añadir un porcentaje de improvisación llevado al límite.
Los que me conocéis sabéis que el trabajo no me asusta, al contrario; lo que sí me ha molestado, mejor me ha cabreado, es que cuando estaba montando el bufet ha venido el Heat Host (uno de los más altos directivos del Resort) y con otros más me han fastidiado el montaje. Les ha dado por probarlo todo sin dejarme captar mis fotos. Un poco más y los mando bien lejos...
En fin, cosas de la política... Six Senses. Por otro lado, me han llegado –vía email- varias “Congratulations del Movimiento Six Senses”. Esto funciona así, con comunicados y envíos a todos. Es la manera más eficaz y directa de que, en la distancia, el grupo conozca la labor realizada por todos y cada uno.
En estos momentos, preparo ya el training de 10 días (¡qué burrada! ¿verdad?) en el Evason Ana Mandara & Six Senses Spa- Nha Trang (Vietnam).
Os paso un enlace para que me sigáis la pista:

http://www.sixsenses.com/evason/index.php

Aquí elaboraré básicamente pastelería de desayuno. Estoy disfrutando, sí, pero confieso que hay que tener un par de... narices (seamos finos, que esto lo leen unos cuantos). Si al llegar no sufrí el característico jet-lag, se puede decir que el choque cultural o shock laboral sobreviene día a día como un lento goteo. No es la descripción de una cruel tortura, ni muchísimo menos, sino la imagen del impacto a cámara lenta hasta que vosotros mismos veáis la adaptación, casi camaleónica. ¿Me transformaré en uno de ellos? o ¿sólo me camuflaré por momentos? Vaya desvarío. Oído desvarío.
Eso sí, la autosuperación está servida. Parezco un plusmarquista.
Y la palmadita en la espalda, de las congratulations, todo un incentivo.

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