Primer día de training en Evason Ana Mandara Ninh Van Bay. Día muy jodido, complicado. Aparecen nuevos personajes en mi vida laboral (vietnamitas cerrados; eso sí es hermetismo) y nuevas instalaciones (bastante chungas, la verdad; dejan mucho que desear). Creo que es mi primer día de bajón desde que dejé Barcelona y me reconozco en horas bajas… En fin, tenía que llegar esta sensación de cuesta arriba y seguro que no es la única, sino la primera de tantas otras más que vendrán después.
He tenido una jornada de bizcochos para el breakfast buffet. Y sólo acabo de empezar, todavía quedan 9 días de breakfast training. Confieso que la cuenta atrás pesa como una losa sobre mi cabeza, voy tachando cada día que pasa… y es que este resort es muy distinto a los otros en los que he estado, donde vivía en la isla y no en la ciudad, como ahora. Comenzaba y terminaba en un mismo entorno; desayunaba, comía, cenaba y dormía en un mismo lugar, el mismo paisaje. Aquí todo es diferente, ya que el resort está anclado en medio de la ciudad Nha Trang y todo el host (staff) se va a casa con los suyos al final de la jornada. De hecho, es trabajar en la ciudad y ahí está la diferencia. No deja de sorprenderme esta reacción, porque en el fondo soy un urbanita de pies a cabeza, pero sin duda este escenario era absolutamente prescindible para mí y ahora soy consciente. Hasta el punto de que no echo de menos mi ciudad, en lo que podría ser una tentación de melancolía, una sutil asociación o incluso una clara identidad con lo que he dejado en Barcelona. Todo lo contrario, prefiero mil veces más volver a mi isla y sentirme “perdido” al otro lado del mundo… y encontrarme conmigo mismo. Eso seguro.
Y, en breve, más material bélico.
viernes, 12 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola David,aquí todos pensamos en tí, mantén la calma como tu sabes y seguro que saldrás de esta. Un abrazo y animo
ResponderEliminarVAMOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!