jueves, 20 de agosto de 2009

De nuevo en Bangkok

Me voy a Bangkok, después de casi un mes en Koh Kood. Ahora empiezo a entender todo esto un poco mejor. No es nada fácil, te planteas los inconvenientes y eso mismo te mantiene despierto en todo momento. Así como pensar que no todo el mundo es capaz de adaptarse tan rápidamente a un nuevo país, nuevo diálago, idioma, cultura, comida y, sobre todo, lo más difícil para mí, la convivencia. Soy muy independiente y solitario (algo hermético, como dice alguno). Hemos empezado lentamente con la parte de breakfast buffet, un training insólito porque todavía no disponemos de la cocina (main kitchen) y hay que trabajar en la del staff (host kitchen), con timing (horario) un tanto extraño (3.45 am). En esta cocina evidentemente falta el equipment (herramientas) necesario para realizar un buen trabajo, pero nos sirve como ejercicio de formación. En concreto, de aplicación a sistemas que en breve habrá que inculcar en la main kitchen y, por otro lado, como eficaz método para conocer el nivel y formas de cada uno de los que compondrán el equipo en la operación. Se designa operación al trabajo diario en cocina o en pastelería.
Casi hemos finalizado el primer draft (borrador) de la carta del Soneva Kiri. Jaume Esperalba, executive-chef y padrino, cada día me sorprende. Es un tipo inteligente que sabe de cocina un rato largo y que hace interactuar técnicas, ingredientes y referentes de otras culturas. Aprendo mucho de él y siempre me tiene en el punto de mira, para mantenerme en alerta.
Vamos a realizar un pequeño training en Bangkok, en el mismo hotel en el que estuve, el Centara Grand. Después, un pequeño circuito por una empresa de pastelería-bollería y panadería que tiene varias tiendas en Bangkok. Experiencia de la que espero aprovechar y entender sobre todo: qué espera encontrar el extranjero en Tailandia en estos segmentos de mercado. Aparte de curiosear y hurgar en las entrañas de sus sistemas y en su catálago de productos.
Os comento una anéctodota: en estos días, en que hemos empezado a trabajar a las 3.45 am, imaginaos, sales de la habitación a oscuras y con una linterna enfocando en todo momento el suelo para comprobar que no se cruza ningún tipo de reptil, serpiente por ejemplo, en tu camino. Joder, el primer día estaba horrorizado hasta que alcancé la cocina, sin tropezar con ningún animal de compañía. Hasta pronto.